Los entresijos de la realidad a examen: el experimento de la doble rendija
Desde el punto de vista del sentido común, la realidad tiene un comportamiento absurdo. Intentar comprenderla es volverse loco, especialmente en su dimensión más íntima (el mundo subatómico). Por ejemplo, pongamos que el núcleo de los átomos que conforman esa realidad material es del tamaño de una cabeza de alfiler. Bien, ahí se concentrará el 99.9999% de la masa atómica. A esa escala, la nube de electrones que completa el átomo crearía una esfera que ocuparía el tamaño de un estadio de fútbol promedio. Lo que hay entre la nube que rodea al estadio y la cabeza de alfiler sería puro vacío. Sí, los libros de texto de física hay que cambiarlos. El electrón no es una bolita girando en torno al núcleo, sino que se halla ‘en todas partes’ formando una nube. La palabra nube sugiere algo blando y flexible, pero en este caso se trata más bien de un potente caparazón impenetrable. Es posible debilitarlo al estilo como se atacaban a las naves extraterrestres de ‘Independence Day’, arrancándole el...